28.4.09

HISTORIAS. Sobre las quillas (parte II)


Las primeras tablas de surf, las antiguas Olo y Alaia hawaianas construidas en madera, no tenían quillas. Tampoco las primeras tablas empleadas a principios del siglo XX. A aquellas primeras tablas lograban mantener su dirección de avance gracias a la forma de la popa, muy afilada, que impedía que la tabla derrapase. En 1934 Tom Blake adosó un timón a la cola de una tabla de remada. Blake, que era un experto en hidrodinámica de la Universidad Tecnológica de California, aplicó sus conocimientos para resolver un problema personal. Había sufrido un accidente que le había ocasionado graves lesiones en un brazo. Esto le impedía remar con fuerza y coger olas con la misma la facilidad que antes del accidente. Muchos dicen que ésto le impulsó a investigar y a buscar una solución técnica que permitiese mejorar la estabilidad de su tabla en el agua. Sus investigaciones cambiaron la dirección de la evolución del surf para siempre y eso que, y a pesar de las notables ventajas que suponía esta avance, mejor estabilidad y nobleza en giro, su invención no tuvo demasiada aprobación en su momento.

Fotografía de Eloy Taboada-Estudio 108

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