27.5.13

SUCEDIÓ EN A CROA. 1874.







Hace unos meses en desdelacroa nos llenamos de entusiasmo con la aparición del plano original, elaborado en 1797, de la antigua Batería de Doniños. Acostumbrados a pesar casi diariamente a su lado, aquel documento demostraba que muchas de las historias que habíamos escuchado eran verdad, y que entre aquellos restos, se encontraban los de la fortaleza que hizo frente a los ingleses en el desembarco de 1800. Pero tras el relato de aquel hecho histórico, en el que se contaba el papel de la Batería en la batalla, no encontramos ninguna otra referencia documental que nos informase sobre lo ocurrido, tras aquella fecha, con este monumento.

Tras buscar por internet, la primera de la pistas que apareció fue un texto escrito, en el año 1874, por José Montero y Arostegui, autor conocido por la publicación en el año 1859 de su libro "Historia y descripción de la ciudad y departamento naval de Ferrol".

Durante años Montero y Arostegui fue el responsable del archivo del Ayuntamiento de Ferrol, lo que hizo que por él pasarán una gran cantidad de documentos y datos que se molestó en recopilar, estudiar y clasificar. Montero figura además entre los colaboradores de la edición del "Diccionario Geográfico-Estadístico de España y sus posesiones de ultramar", dirigido por Pascual Madoz y editado entre 1848 y 1850, y que en mi opinión constituye uno de los documentos geográficos y sociológicos más impresionantes y completos de España.

Pero volviendo a la croa, Montero y Arostegui publicó en 1874 un ensayo de título "El lago de Doniños", en el que relata un viaje que realizó con unos amigos desde Ferrol hasta la playa de Doniños. A través del texto, de un alto grado de detalle descriptivo, hemos podido conocer otros datos del castillo. A continuación os transcribimos, literalmente, lo referido en el relato al Lago y a la Batería de Doniños. El texto íntegro lo podéis leer pulsando AQUÍ y AQUÍ.

"La gran balsa que voy a descubrir, situada al Oeste de la feligresia de San Román de Doniños, es digna de mayor atención por la posición que ocupa, por su configuración, por sus tradiciones y por lo gloriosos recuerdos que a su vista asaltan nuestra imaginación.

En mi constante deseo de visitar y estudiar todo lo notable de este poético y delicioso país, me hice también una excursión a este famoso lago en una hermosa mañana de otoño, acompañado por otros camaradas (...).

Después de disfrutar del paisaje de la ría, continuamos por la vereda que conduce a la aldea de Doniños; subimos la cima que la domina por Oriente, y de repente fuimos sorprendidos con otro espectáculo sublime y majestuoso. La limpia atmósfera de que afortunadamente disfrutábamos nos proporcionó ver una parte del vasto océano, con las Islas Sisargas a la distancia (...).

Bajamos por rápidas pendientes hacia el delicioso valle (...). En el fondo de éste, mejor dicho a su conclusión, entre el severo e imponente rugido de las olas del mar cantábrico que vienen a estrellarse en el gran playazo, formando una resaca amenazadora, pudimos contemplar el extenso lago que a nuestra vista teníamos.

(...) Nos acercamos a las orillas de aquel vasto depósito de agua, y embarcamos en uno de los botes y que flotan en el mismo; recorrimos y recorrimos a nuestra satisfacción, por todas las laderas, aquella gran balsa, disfrutando un momento de verdadera recreación.

Este lago (...) se haya inmediato al mar. Su figura es algo elíptica, con el diámetro mayor en la dirección Este-Oeste, y tiene un área de uno 690.850 metros cuadrados: su profundidad es muy variable, y la mayor podría llegar a unos 18 metros. Sus bordes son de arena y fango, y se presentan por lo general con bastante declive. Este gran estanque está cercado de un gran cañaveral, y en otros tiempos sacaban los habitantes de sus cercanías algún beneficio de la pesca (...): se encuentran sábalos y otros peces, y anguilas que llegaron a pesar hasta 7 kilogramos. Sus aguas en tiempo de verano están regularmente más bajas que el nivel del mar, y en invierno se llena tanto la balsa con los vertientes de los montes que la rodean, que sobrepasa su nivel la gran barrera de arena que la separa del mar; entonces en los tiempos borrascosos se mezclan las aguas del océano con las del lago, por los embates y fuerte resaca de las olas, tomando por lo mismo un gusto enteramente salobre. Aunque en el verano no haya esa mezcla, no por eso desaparece totalmente el gusto salitroso: la mucha evaporación que experimenta aquel extenso receptáculo, conserva esta calidad si  que el agua del mar que filtra por la barrera de arena tenga influencia muy activa para conservar por completo la propiedad amarga en aquella concavidad.

(...)

Satisfecha nuestra curiosidad sobre las tranquilas aguas del lago, dejamos la barquilla en que habíamos navegado y nos dirigimos al antiguo castillo que se halla en sus inmediaciones, y que es llamado por los naturales "Castelo de Outeiro" (...).

Se ignora el primitivo origen de esta fortaleza; pero se conoce por sus obras modernas que reedificada en el siglo pasado sobre la base del castillo antiguo, cuando se levantaron las demás baterías de la costa para defender el nuevo establecimiento de Ferrol.

Las murallas que miran a tierra están completamente destruidas, pero no así la batería que hace frente a la mar y que cuenta con catorce troneras, al pie de las cuales contemplamos abandonados ocho cañones de 24, al parecer inutilizados, como resto de nuestro antiguo poder.

Este castillo fue la primera fortaleza que dirigió los tiros al enemigo en la invasión inglesa de 1800, habiendo sido rendido por un navío que se acoderó.

En medio de la batería, y sirviéndonos de mesa los cañones, sin más ruido que el estruendo de las olas y el graznido de las aves marinas, dimos reposo al cuerpo y almorzamos con jovial fraternidad.

Seguidamente tomamos las caballerías, paseamos largo rato por el gran playazo que se extiende por aquellas riberas, y subiendo los escarpados senderos que conducen a la altura de Monteventoso, fuimos a disfrutar de las vistas más interesantes que en el país se pueden encontrar."

3 comentarios:

  1. Qué gusto da leer estas descripciones de hace 150 años. Enhorabuena por el post. Saludos.

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  2. jesus eres la polla tio .....

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    1. El mérito es de Emilio, que fue quien me puso tras la pista de los textos.

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