15.3.15

HISTORIAS. ¿Por qué limpiamos?


¿Por qué limpiamos? Es algo que me llevo preguntando desde hace 16 años, cuando comenzamos a  organizar limpiezas de playa. Y aunque hoy tenga clara la respuesta, ha habido en mí todo un proceso de reflexión hasta llegar a la respuesta. Esa conclusión no la encontré de modo inmediato, y de hecho existe una gran diferencia entre la motivación que en aquellos años nos llevó a organizar aquellas primeras limpiezas, y lo que nos impulsa ahora a hacerlo. Al principio limpiábamos para que la playa quedase más limpia. El objetivo de la limpieza era retirar cuanta más basura, mejor. Hoy, sin embargo, limpiamos porque queremos contribuir a que se produzca un cambio social que permita hacer frente al problema de la contaminación de los océanos. 

Este problema no es exclusivo de un país, ni tan siquiera de las zonas costeras. El 80 % de la basura que hay en los océanos tiene su origen tierra adentro. Cada segundo se vierten al mar 206 kg de basura, todas de origen humano. La gran mayoría tiene su origen en las ciudades y en las zonas industriales; escapan a los sistemas de recogida y depuración, y llegan a los océanos arrastrados por el viento, la lluvia o directamente a través de los ríos. 

De entre todos estos residuos se cree que el 70 % se acaba sumergiendo y depositándose en el fondo marino. Aproximadamente el 15 % de los residuos flotan entre dos aguas antes de terminar en zonas de acumulación, las denominadas islas de basura. Sólo una pequeña parte de las basuras marinas llega a nuestros litorales. De esta manera los océanos se han convertido en el principal vertedero de la actividad humana, un vertedero que acumula cada vez más y más basura, de la cual la mayoría son residuos que se componen de plástico.

Limpiando sólo la playa, puede parecer que nuestra acción sólo tiene repercusión sobre una muy pequeña parte del problema. Por eso focalizar la atención en simplemente recoger residuos es un error, y más cuando se sabe que el crecimiento exponencial de las basuras marinas está directamente relacionado con nuestros hábitos de consumo. Es necesario que abramos nuestro enfoque y que con nuestras acciones busquemos una transformación social que lleve a un cambio de esos hábitos. Sólo así se logrará el cambio.

Para ello es fundamental la información, dar a conocer la problemática existente y lo que cada uno podemos hacer para formar parte de la solución del problema. En ello es fundamental la labor de los padres y también de los profesores, o de organizaciones como Coge 3 que ayudan a dar a conocer el problema y a crear conciencia a través de acciones simples. Pero estas acciones a pequeña escala, que son fundamentales, han de estar apoyadas por otras conjuntas, como las Iniciativas Océano que se organizan el primer fin de semana de la primavera en toda Europa, para mostrarnos ante las administraciones públicas como un colectivo y que nuestra voz, a través de asociaciones como Surfrider Foundation o Surfers Against Sewage, llegue a los lugares en los que se toman las decisiones a nivel legislativo, con el objeto de que se redacten nuevas normas y leyes que no defiendan los intereses de las grandes multinacionales, sino aquello que la sociedad demanda.

Individualmente también hay otras muchas cosas que podemos hacer. Hábitos que podemos cambiar, que por sencillos nos pueden parecer simples gestos, pero que con el tiempo ayudan a hacer pensar a la gente y logran cambios. Por ejemplo y a nivel de nuestras limpiezas, intentamos evitar el empleo de material plástico que haya que desechar, como por ejemplo las bolsas de plástico, que sustituimos en la limpieza  por cajas de cartón que conseguimos en las fruterías.

Así que si quieres formar parte de este cambio, hay muchas cosas que puedes hacer. Únete a la campaña de Surfrider Foundation organizando tu propia limpieza o participando en algunas de las que ya están organizadas. La nuestra será el próximo 21 de marzo, sábado, a partir de las 12 de la mañana en la playa de Doniños.

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