El aéreo.

Se suele tender a pensar que el "éxito" de las maniobras aéreas tiene una gran dosis de aleatoriedad. Pero en esta imagen, Vicente Romero demuestra que no es así. Me llama la atención la perfecta posición de su espalda, totalmente recta, como eje entorno al cual tiene lugar la rotación. La mirada al frente, y los brazos en arco, dirigiendo el giro. Y las piernas perfectamente equilibradas como punto de conexión con la tabla. Ni que decir tiene que la perfección fue perfecta.